Ecos
Solo por hoy, me encuentro inmerso en pensamiento y acción, en un estado opositor a la aponia y a la ataraxia. Esta negación del placer catastemático me trae desde hace algunos dias, pero en especial desde ayer, rumiando y conteniendo un caudal de palabras, frases, ideas que de pronto se quedaron sin eco.
Tengo presente, la imagen de mi abuelo materno, en su tibia habitación, con una mano en el control del dial de ese fabuloso y mágico equipo de radio multibanda, mientras con los ojos cerrados seguro que imaginaba y daba vida corporea a aquellas voces que de todo el mundo lo visitaban cada noche.
Es un recuerdo vago, que se ha ido difuminando y perdiendo detalles a lo largo de todos estos años. Aparece en mi mente, como en un halo nebuloso... y sinceramente no me gusta del todo, pues implica que los enlaces sinapticos se van haciendo menos.
Al final de cuentas, un recuerdo tambien es una forma de eco. Eco de un pasado, que puede ser de ayer o de hace muchas vidas. De vivencias, de placeres, en el mejor de los casos, que son los que vale la pena atesorar.